He enfrentado como maestro adjunto, en las escuelas preescolares ciertas cuestiones que requieren de respuestas sólidas y argumentadas. A mi perspectiva creo que esas cuestiones: "trabajo la inclusión educativa ¿y luego qué sigue?, ¿Qué es lo que me está pidiendo la inclusión educativa, a mi papel como docente?". Son verdaderas cuestiones que ponen en manifiesto en algunas de las educadoras comprometidas con su servicio docente, lo cual ha creado en ellas una diminuta inquietud que se irá acrecentando con el paso de los días.
He aportado que para entender la educación inclusiva habría que estudiar con cautela el término "educación", puesto que, al discernir la realidad que entorna dicho término entonces sabremos cómo considerar a la educación inclusiva. Eso alude que, actualmente los docentes siguen encaminándose sobre una filosofía reinventada sin argumento tan solo por las políticas educativas, que determina a las funciones institucionales y en específico a los docentes para el encubrimiento de "las necesidades educativas de cada chico o chica que cursa un grado escolar, en las instituciones", eso surge por la baja expectativa que reflejan a la educación.
La educación comprende un significado de amplia cobertura y palabras que exigen un análisis reflexivo, sírvase para que nos encamine hacia el verdadero significado de ésta. He aquí un fragmento de unos de mis ensayos titulado, "Educar, educación, educador. Una realidad en cuestión":
"El término educar comprende una doble raíz. En primer lugar, educere, que significa extraer y actualizar todo lo que ya hay en la persona, sacar a la luz toda la riqueza que en ella hay. Por otro lado,educare significa nutrir, alimentar, ofrecer posibilidades para que el otro pueda crecer”. Otros autores etimólogos, argumentan que el término educere viene de una raíz indoeuropea, deuk que significa guiar, y de acuerdo a la etimología griega hay un significado idéntico, la palabra pedagogo; paidós que significa “niño”, agogós significa “que conduce”.
Podemos entender, la palabra educar como, el que guía o conduce a extraer y conocer las riquezas que se posea como ser humano, nutriendo esas posibilidades de crecer íntegramente. Martínez (1983), hace un análisis de la postura del filósofo Jhon Dewey, respecto a la educación, argumenta que Dewey se oponía a la pedagogía tradicional, defendiendo su perspectiva de que habría que debía desarrollar las habilidades, de acuerdo a la personalidad de cada individuo;
“Educar es entonces, “dar a los resortes interiores que son fuentes de cada ser vivo, aquellos que constituyen su personalidad misma, la oportunidad de “realizarse”, es decir, hacer un llamado a todas sus potencialidades innatas, para sublimarlas y dirigirlas. Esta pedagogía se opone esencialmente a la tradicional, en la cual el sello dominante se caracteriza por una receptividad pasiva, centrando su punto de apoyo en el maestro, en el manual, en cualquier otro punto menos en el alumno mismo.” Pp. 31."
De tal modo que, ahora lo mencionado sirve como base par ahora entender la inclusión educativa. Entendemos por inclusión como la aceptación, en consideración que forma parte de y en de la diversidad de los contextos como el social, escolar, familiar, trabajo, o la convivencia, etcétera. Al mencionarlo nos compromete a evitar crear dificultades y/o barreras de acceso, de aportación, de participación, de aprendizaje, de convivir a cualquier persona que por su enfermedad, raza, edad, creencia, cultura, idioma o lengua esté en riesgo de ser rechazada, o excluida de cualquier evento, acto o hecho. Por lo tanto, educación inclusiva significa "convivir con todos para todo y por todos". No es sinónimo de Integración, sino de aceptación como Persona. Esto no queda como tarea pendiente para los docentes, sino también para la sociedad y en específico la familia, la que genera los valores y conocimientos para ese desarrollo integral y bienestar en cada uno de los miembros.
Pero eso queda fuera de la política educativa, queda excluida la educación social, por lo tanto, vivimos sin respuestas en muchas de las cuestiones que por ejemplo, a partir de esa aportación. Entonces ¿Cómo generar una acto de aceptación y de acceso para la participación, aprendizaje y convivencia bajo término inclusivo en una institución educativa y que ese término se sirva como útil en la cotidianidad de cada uno de los chicos y chicas estudiantes?. La educación social, escolar y familiar en experiencia nos permitirá dar una respuesta acertada a la realidad y permitirá crear nuevas propuestas para actuar razonablemente en la inclusión, en cualquier contexto que un individuo actúe.
Respuestas
Considero que los por los comentarios quee ealiza tiene ud. mucha razón involucra un cambio de cultura de la aceptación a la diversidad y en ello radica que la mayoria se adapte a la minorpis situacion que no pasa,, desde el aspecto educativo, seguimos teniendo evaluaciones estandarizadas para personasa normo- oyentes.. o que implican tener una competencia curricular homogenea, mientras que la realidad es que las los alumnos que cursan alguna discpacidad o Aptitud Sobresaliente, en ambos casos , esa evaluación no es la adecuada... desde ahi radica la falta de educar.... ya que involucra por parte de todos los seres humanos... un cambio,, desde casa, instituciones educativas sociales, gubernamentales y ONG, para dar considerar realmente una INCLUSIÓN y no solo Integración...
Agradezco que promuevas este tipo de Comentarios.. Saludos
Hector buen artículo...yo añadiría que el tema de la inclusión educativa no debe quedarse en las instituciones de educación de preescolar, básica y secundaria, sino fortalecerse en la educación superior.....repensando todo lo que mencionas, en especial lo que significa educar y educación para los docentes universitarios y/o catedráticos.....quienes muchos se dedicas al área o cátedra especifica, sin mirar la realidad de los estudiantes y dejando de lado la creación de nuevas propuestas en el quehacer y practica pedagógica.....es importante seguir ahondando en el tema....