Estoy realizando una investigación para diseñar un modelo de incorporación de Tecnologías Emergentes en el aula (MITEA) en los docentes de los colegios oficiales de Bogotá-Colombia, necesito que me colabores contestando una serie de preguntas sobre la incorporación de Tecnologías en el aula. El único requisito para poder contestarla es que tengan experiencia en incorporación de tecnología en el aula ya sea a nivel de colegio o universidad.
No le tomará más de 10 minutos. Para contestar haga clic en el siguiente LINK:
Lejos de pretender dar respuesta a todos y cada uno de tus interrogantes, que de por sí desafían al ejercicio crítico de las prácticas y orientaciones actuales y de otras que de modos innovadores puedan surgir, me importa particularmente aclarar un par de ideas, que en mi práctica, siempre en docencia no formal y alfabetización de adultos y apoyo a niños de escolaridad básica en barrios y Villas de emergencia del Conurbano mas pobre de Buenos Aires en argentina, signaron dinámicas y esfuerzos.
Por un lado lo enfático de la centralidad en lo particular, en término de que cada experiencia debe modelarse a sí misma en los términos que la realidad lo permita o los encuadres institucionalizados, de alguna manera, lo conciban si no como propio, al menos como parte externa colaborativa. Es decir, como experiencias que fuera del ámbito escolar o académico propiamente dicho, colaboran con estas. Ambas experiencias, distintas, aportan elementos positivos al trabajo concreto de los procesos de enseñanza – aprendizaje, y no se podría o no sería útil establecer competencias en términos de competir entre una modalidad y otra. Es mas, podría darse el caso que iniciada la actividad en alguna de las dos formas, se vea la necesidad de adopción o de externalización, según se dé el caso y la valuación institucional y/o del profesional docente.
El segundo aspecto es lo concerniente al término equidad, que no es lo mismo que uniformidad o uniformismo. Esto es, no se debe, a mi modesto saber y entender, buscar la estandarización en términos de igualación, de los objetivos pedagógicos y de las experiencias didácticas, sino por el contrario, estimular aquellas particularidades y singularidades que otorguen identidad y personalidad propia a la praxis, sea en el ámbito en que esta se dé. La equidad refiere mas a la igualdad de derecho en las participaciones, en términos varios. En los roles, donde los docentes ya no son los poseedores de los conocimientos y los sabedores que imparten sus saberes al alumnado en formación y con carencias de conocimientos, sino la reconceptualización del rol de profesional docente en términos de líder orientador de esas comunidades de aprendizajes. Se trata de ámbitos de iguales donde el docente asume el rol de “moderador” de las relaciones complejas que se dan dentro de la comunidad que lidera, en términos de fomentar las relaciones entre iguales, en torno al objeto común que es el conocimiento, como elemento o problema a alcanzar o resolver. En las participaciones y orientaciones generales de la comunidad, que deben responder a lineamientos participativos y colaborativos, pero no invasivos de las propias personalidades y los propios tiempos que a cada persona le son únicos. De no intentar igualaciones en términos cognitivos o de capacitaciones sino plantearlos en términos de desafíos a autosuperaciones constantes donde lo colectivo aparece como contención y estimulo, etc...
No quisiera extenderme mas, ya que sería ahondar en mis respuestas a las cuestiones planteadas y me parece fundamental lo que debe quedar como idea dinamizadora. Cada comunidad y cada ámbito institucional deberá definir sus políticas y praxis pedagógicas, y los modelos didácticos e instrumentos tecnológicos de los que se va a valer para realizar la tarea y aproximarse a los objetivos planteados en las planificaciones previas o ir modificando en la
Comentarios
Hola Elizabeth
Gracias por colaborarme y caundo termine les compartire los resultados
Un abrazo desde colombia
Hola Elizabeth
Gracias, cuando termine la investigación les compartiré los resultados
Un abrazo
Hola Elizabeth
Estoy realizando una investigación para diseñar un modelo de incorporación de Tecnologías Emergentes en el aula (MITEA) en los docentes de los colegios oficiales de Bogotá-Colombia, necesito que me colabores contestando una serie de preguntas sobre la incorporación de Tecnologías en el aula. El único requisito para poder contestarla es que tengan experiencia en incorporación de tecnología en el aula ya sea a nivel de colegio o universidad.
No le tomará más de 10 minutos. Para contestar haga clic en el siguiente LINK:
https://goo.gl/forms/we5626siGzgkq0GU2
De antemano les agradezco tu colaboración.
Hasta pronto
Estimada Elizabeth,
Lejos de pretender dar respuesta a todos y cada uno de tus interrogantes, que de por sí desafían al ejercicio crítico de las prácticas y orientaciones actuales y de otras que de modos innovadores puedan surgir, me importa particularmente aclarar un par de ideas, que en mi práctica, siempre en docencia no formal y alfabetización de adultos y apoyo a niños de escolaridad básica en barrios y Villas de emergencia del Conurbano mas pobre de Buenos Aires en argentina, signaron dinámicas y esfuerzos.
Por un lado lo enfático de la centralidad en lo particular, en término de que cada experiencia debe modelarse a sí misma en los términos que la realidad lo permita o los encuadres institucionalizados, de alguna manera, lo conciban si no como propio, al menos como parte externa colaborativa. Es decir, como experiencias que fuera del ámbito escolar o académico propiamente dicho, colaboran con estas. Ambas experiencias, distintas, aportan elementos positivos al trabajo concreto de los procesos de enseñanza – aprendizaje, y no se podría o no sería útil establecer competencias en términos de competir entre una modalidad y otra. Es mas, podría darse el caso que iniciada la actividad en alguna de las dos formas, se vea la necesidad de adopción o de externalización, según se dé el caso y la valuación institucional y/o del profesional docente.
El segundo aspecto es lo concerniente al término equidad, que no es lo mismo que uniformidad o uniformismo. Esto es, no se debe, a mi modesto saber y entender, buscar la estandarización en términos de igualación, de los objetivos pedagógicos y de las experiencias didácticas, sino por el contrario, estimular aquellas particularidades y singularidades que otorguen identidad y personalidad propia a la praxis, sea en el ámbito en que esta se dé. La equidad refiere mas a la igualdad de derecho en las participaciones, en términos varios. En los roles, donde los docentes ya no son los poseedores de los conocimientos y los sabedores que imparten sus saberes al alumnado en formación y con carencias de conocimientos, sino la reconceptualización del rol de profesional docente en términos de líder orientador de esas comunidades de aprendizajes. Se trata de ámbitos de iguales donde el docente asume el rol de “moderador” de las relaciones complejas que se dan dentro de la comunidad que lidera, en términos de fomentar las relaciones entre iguales, en torno al objeto común que es el conocimiento, como elemento o problema a alcanzar o resolver. En las participaciones y orientaciones generales de la comunidad, que deben responder a lineamientos participativos y colaborativos, pero no invasivos de las propias personalidades y los propios tiempos que a cada persona le son únicos. De no intentar igualaciones en términos cognitivos o de capacitaciones sino plantearlos en términos de desafíos a autosuperaciones constantes donde lo colectivo aparece como contención y estimulo, etc...
No quisiera extenderme mas, ya que sería ahondar en mis respuestas a las cuestiones planteadas y me parece fundamental lo que debe quedar como idea dinamizadora. Cada comunidad y cada ámbito institucional deberá definir sus políticas y praxis pedagógicas, y los modelos didácticos e instrumentos tecnológicos de los que se va a valer para realizar la tarea y aproximarse a los objetivos planteados en las planificaciones previas o ir modificando en la