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Aunque hasta hace unos meses apenas se había prestado atención, el virus del Zika apareció en Uganda en 1947. La enfermedad es tan efímera y sus efectos tan leves y vagos que muchos pacientes ni siquiera saben que están infectadas, y no existe ninguna prueba médica fiable que indique que lo han padecido. Con ese perfil bajo han pasado 70 años hasta que el Zika se ha convertido el centro de una emergencia de salud mundial. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué podemos hacer? La actual epidemia pone de relieve las enromes diferencias en las infraestructuras de los países para enfrentarse a las enfermedades infecciosas.