Programa de Educación Superior. Organización de Estados Iberoamericanos. UCM

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El próximo martes, 4 de diciembre, algunas de las principales autoridades en educación superior de varios países iberoamericanos se darán cita en Madrid conv...

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  • Sin embargo, todavía se tienen programas académicos en Universidades Públicas que funcionan con recursos mínimos del Estado. Qué se ha hecho en términos de presupuesto. Ese es el mecanismo que no se toca, en el Perú.

  • Otro aspecto por considerar, y no menos importante, es la estandarización en cuanto a: objetivos, controles de decisión educativa, descentralización, adecuación de gestión empresarial educativa y la formación docente; son reformas centradas en la productividad. El tema de calidad pretende elevar la fuerza de trabajo sin que ello afecte o interfiera en incrementar el nivel de los impuestos e incluso, reducir el gasto público. A partir de esto, sincronizar campañas de propuestas y recomendaciones procedimentales; así como, políticas generales a nivel mundial, por sectores o escala nacional; podemos observar registros de actividades educativas, cuyo propósito parte en diversificar el financiamiento de los sistemas educativos; su intencionalidad apela con mayor énfasis al gasto privado, a maximizar de forma eficaz y eficiente la administración escolar; este proceso debe ser adaptado al modelo empresarial, y así, disminuir la cultura unidireccional de competencias, actitud indispensable en la empleabilidad de las distintas clasificaciones de la mano de obra: trabajadores, obreros, jornaleros, proletario, empleados, a sueldo, entre otros. De esta manera, se fomenta una lógica de mercado y consumo en la escuela y, por tanto, propicia la competencia entre familias y estudiantes por el bien costoso de la educación.
    El grado de inequidad en América Latina es considerable, no sólo a salarios, sino también en cuanto a el acceso a oportunidades educativas y de participación. Por tanto, acceder o tener la oportunidad de recibir una educación de calidad y obtener resultados favorables en aprendizajes alcanzados depende del país en donde el estudiante desarrolle sus capacidades: convivencia, relacional, afectivas, personales, de formación socioculturales, académicas, profesionales, entre otras. Así como también, del entorno y contexto de participación –zona geográfica de desarrollo– donde viva, aunado al nivel socioeconómico del cual provenga. La vulnerabilidad de discentes en situación de pobreza, marginación, migración, discapacidad, violencia e incluso, con padres en situación de cárcel, de zonas de población indígena, rural, de montaña o afrodescendientes sufren mayor grado de exclusión y discriminación en la escuela, y, por tanto, durante su proceso educativo. El grado de abandono, acoso escolar, acceso a la educación –por no tener la escuela próxima–, así como ser alumnos en situación reprobatoria; forman parte del índice de alumnos con menor nivel de aprendizaje obtenido en pruebas estandarizadas. En este sentido, Blanco y Cusato (s.f.) consideran que la educación no esta próxima a lograr una apropiada contribución a la igualdad de oportunidades y, con ello, no podrá considerarse un instrumento de movilidad social; sin embargo, describen cinco recomendaciones. 

    Noam Chomsky. (2012). El objetivo de la educación: La deseducación. [en línea]. México. Rebelión, noticias. [fecha de consulta: 16 octubre 2018]. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=147147

  • La suspensión del desarrollo de los procesos desconcentradores, aunado a datos complementarios, muestran la desigualdad existente entre los ingresos de individuos con actividad laboral y el salario obtenido por labores del hogar es mayor y no admite modificaciones o cambios medibles de forma habitual; por tanto, establecen un llamado urgente a promover políticas redistributivas, y así, logren disminuir la desigualdad en este ámbito.
    Para solucionar un problema o conflicto deben existir intereses diferentes –dos o más personas involucradas en confrontación u oposición comparable de factores culturales, estructurales o de comportamiento–; de forma similar, el problema de la desigualdad existe, y, por tanto, es necesario identificar situaciones económicas y sociales en individuos o grupos comparables entre ellos. Esta comparación representa una actividad característica del capitalismo y en sus formaciones sociales, por ejemplo, la demanda externa y el crecimiento del comercio mundial están perdiendo impulso; el producto interno bruto –PIB– continúa creciendo más rápido que el potencial en Estados Unidos, lo cual obedece en gran medida a un importante estímulo fiscal; los precios de las materias primas se han recuperado con respecto al nivel mínimo al que habían descendido, pero se prevé que permanezcan bastante por debajo de los niveles de 2011–12; las condiciones financieras se han tornado algo más restrictivas desde abril, como consecuencia de una cambiante coyuntura externa, pero siguen siendo acomodaticias y en general favorables para el crecimiento. (FMI, pp: 2–3). Claro está, no podemos permitir juicios sobre si es mejor autorizar aumentos o disminuir el porcentaje de desempleo. Entonces, limitar los problemas de desigualdad salarial, capital cultural, educativo, pobreza, migración, entre otros, es característica de la mayor parte de los tratados económicos. Esta actitud es explicada mediante justificaciones diversas, y así, ocultar la aparente insensibilidad humana y social, que, al parecer, logra esconderse tras acciones de política económica.
    Las diferencias salariales representan el mayor indicador de desigualdad en América Latina, es decir, este índice de ingresos laborales no sólo se hace presente por comparar los salarios –diferencias– obtenidos por los dueños empresariales –propietarios del capital– y el salario mínimo de los trabajadores; va más allá de la diversidad de opiniones entre los ingresos de los propios obreros. De este modo, las grandes diferencias en las remuneraciones otorgadas que percibe una persona por su trabajo manifiestan, entre otras condiciones, una distribución desigual en la cantidad y la calidad de la educación.
    En este sentido, Blanco y Cusato (s.f.) describen los elementos involucrados en esta desigualdad incluidos en la imagen siguiente, la cual, permite entrever un factor coincidente en todos los países latinoamericanos, responsable de complicar aún más la situación, nos referimos a la “volatilidad”.
    Por consiguiente, la inestabilidad económica mantiene vínculos estrechos con el proceso de desarrollo económico, por tanto, el resultado ralentiza el desarrollo, persiste la desigualdad y limita la acumulación de capital, y así, interfiere con la capacidad de las familias para educar a sus hijas e hijos.

    Refrencias:


    Perspectivas Económicas. Las Américas. Una recuperación despareja. Washington, DC. International Monetary Fund, Publication Services. Disponible en: https://www.imf.org/external/ns/search.aspx?NewQuery=Perspectivas+Económicas.+Las+Américas.+Una+recuperación+despareja&Lan=esl&col=SITESL&submit.x=14&submit.y=12
    González, José. Coord. (2015). Educación, desarrollo y cohesión social. España. Universidad de Castilla–La mancha.

  • Propuestas inovadoras e inclusivas con gran vinculación con el sector productivo. Sin olvidar aquellas propuestas a disminuir la desigualdad social y de oportunidades. Prestar atención a las necesidades empresariales y productivas por sector y presencia de intervención en la economía local y nacional; indicadores para diseñar y proponer nuevos planes y programas...

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