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Niñas, niños y adolescentes de primera infancia son los más afectados por la contaminación del aire. Muestra de ello es que en 2011, 6 de cada 10 niñas y niños que fallecieron por asma tenían menos de 5 años.[1] Ante este escenario, la REDIM llama al Estado mexicano a establecer políticas de desarrollo urbano incluyentes que garanticen el derecho a un medio ambiente sano, y por tanto, el derecho de niñas, niños y adolescentes al más alto nivel posible de salud.La OMS ha enfatizado que la contaminación del aire en las zonas urbanas de todo el planeta se asocia con cerca de 1.34 millones de muertes anuales. En el caso de las niñas, niños y adolescentes, el riesgo por la exposición a contaminantes durante periodos prolongados de tiempo se asocia con el hecho de que sus órganos vitales están en desarrollo: sus pulmones son más pequeños y consumen proporcionalmente más aire. Por tanto, cualquier afectación se puede manifestar como problemas cardiovasculares y respiratorios, como el asma, cáncer, o problemas del sistema nervioso que pueden llevarlos a la muerte.En el caso de mortalidad por asma, reincidencia por Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) y egresos hospitalarios en casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en niñas y niños de 0 a 14 años, las 20 entidades que ocupan los primeros lugares son: Distrito Federal, Estado de México y Puebla. En 2011, del total de egresos hospitalarios por Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) el 77% fue de niñas y niños menores de 5 años.Respecto al impacto de la contaminación del aire y el bajo peso al nacer, se observa que los casos de niñas y niños con bajo peso al nacer (menos de 2,500 gramos) aumentaron en cerca del 50% en la última década, al pasar de 5.9% al 8.9% de 2000 a 2010, siendo relevante el incremento en las grandes concentraciones urbanas con mala calidad del aire. En este sentido, destaca el caso del Distrito Federal como la entidad con mayor porcentaje de casos de bajo peso (13.8%), seguida por el Estado de México (10.6%).Respecto a las partículas suspendidas (PM10 y PM2.5) estas se asocian con bronquitis aguda en la infancia. Investigaciones muestran que los índices de bronquitis y tos crónica se reducen cuando bajan los niveles de partículas. En este sentido, preocupan particularmente las partículas PM2.5 ya que estudios recientes han determinado que el 80% de dichas partículas están conformadas por black carbón (carbono negro) cuya principal fuente son los vehículos pesados que utilizan diésel. De acuerdo con la OMS las partículas generadas por la combustión de diésel ocasionan cáncer de pulmón.En el caso del marco legal aplicable en la materia, la Ley General del Equilibrio Ecológico requiere un alineamiento con respecto a la reforma constitucional de derechos humanos e incorporar a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos y no únicamente como un grupo social al que debe impartirse educación ambiental.En este sentido, es imperante que se apruebe la iniciativa de Ley de Calidad del Aire y Protección a la Atmósfera, detenida actualmente en la Cámara de Diputados. Esta iniciativa es importante, porque tiene la posibilidad de dirigir una Estrategia Nacional de Calidad del Aire, misma que comprende programas estatales y mecanismos de coordinación institucional de los sectores ambientales y de salud a fin de garantizar el derecho a un medio ambiente sano y proteger la salud de la población de niñas, niños y adolescentes.
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