Buenos días, a todas y todos, desde hace varios años, se ha focalizado el tema de las emociones como algo que sin duda alguna provoca desajustes en nosotros como seres humanos, si no tenemos la capacidad de realizar una homeoestasis y poder afrontar la situación dada o situaciones impensables, entonces podemos llegar a tener crisis que causan bioshocks en nuestra vida, luego entonces un sinfín de "estados anímicos, enfermedades y actitudes que pueden dañar a terceras personas".
Lo anterior, es parte del discurso, y más allá del mismo, está la realidad que se vive no solamente en la familias o en la sociedad en general, sino lo que ocurre al interior de las instituciones de educación, pues tanto maestros, directivos, padres de familia, madres de familia y los clientes principales; alumnas y alumnos, "vivimos -esto al pie de la letra- más en las emociones, que en el razonamiento y la voluntad", lo que conlleva a expresar "quien emocionalmente no está bien, entonces aprender no es de su interés", en otras palabras, "quien emocionalmente está desequilibrado, no tendrá interés en el aprendizaje".
Por tanto: ¿Qué se debe hacer para educar el equilibrio emocional?, ¿Los docentes estamos preparados para educar basados en las emociones?, ¿Tengo la capacidad para intervenir en una crisis emocional de algún alumno(a) o compañero docente?
Respuestas
Buenas noches Irma, ciertamente, nadie pueda dar lo que no tiene, sin embargo, las reformas no solamente en mi país, México, conllevan a considerar el desarrollo de habilidades socioemocionales en los alumnos y alumnas, sino que "obligan a los docentes a planear incluyendo actividades para fortalecer las emociones, por tanto la pregunta sigue siendo: ¿Puede un maestro educar en las emociones cuando él mismo no afronta las mismas para equilibrarlas?...
Saludos
Bladimir