En Venezuela, actualmente tienden a presentarse altos índices de violencia en diversos escenarios de la vida en sociedad, medios de comunicación y encuentros entre comunidades aluden a conflictos políticos, económicos, entre otros que influyen en posibles confrontaciones dentro de los diferentes ámbitos del quehacer nacional, afectando a la población en general sobre todo al núcleo familiar, donde resultan más vulnerados los niños, como receptores de las situaciones de agresión. De esta manera como espacio de interacción social, la escuela es uno de los lugares donde a menudo se refleja en los educandos conductas de violencia física y psicológica hacia su semejante.

     Por cuanto, las transformaciones aceleradas de la sociedad ejercen especial efecto en las relaciones entre las personas, sobre todo en aspectos referentes a la convivencia. En este sentido, brindar atención a la forma en que estas relaciones se construyen, es vital para una vida plena en comunidad, en consecuencia la familia y en especial el docente como líder mediador, han de trabajar de la mano para canalizar las conductas inapropiadas en los estudiantes y poder alcanzar un desarrollo integral de los mismos.

     La presente investigación se propone promover una cultura de paz como un objetivo necesario para la transformación social.  Considerando, que desde el seno vital de la escuela, es posible promover conductas apegadas a valores morales y éticos que puedan generar un clima de armonía y tolerancia entre sus integrantes e incluso extenderse a las familias y a la comunidad.

     Desde esta premisa, este estudio en atención al diseño curricular de Educación Básica busca, impulsar la figura del docente como líder mediador en la resolución de conflictos, al gestionar desde el aula cambios en conductas de violencia física y psicológica que impiden el desarrollo adecuado de los procesos de enseñanza y afectan las interacciones sociales entre aprendices  y docentes de la escuela primaria. 

     Cabe destacar,  que las intencionalidades de esta indagación vienen dadas por las situaciones conflictivas de violencia física o psicológica que se presentan de forma continua en dichas escuelas, en el que los docentes en sus consejos y reuniones han manifestado que observan escenarios de maltrato entre compañeros, vandalismo estudiantil, entre otros.

     De allí, que esta investigación pretende identificar los factores involucrados en las relaciones de convivencia en el aula para promover una cultura de paz, a través del docente como “líder mediador” en la resolución de conflictos y la formación en valores dentro de las aulas de clase.

     Para lo cual, en entrevistas no estructuradas realizadas al personal docente, han permitido  conocer “el escaso establecimiento de reglas claras de convivencia, lo cual conduce al personal para deshacerse de la responsabilidad que le compete”. A menudo, el grupo docente señala la carencia de figuras de mediación o de estrategias adecuadas para la resolución de conflictos.

     Cabe preguntarse, ¿Desde dónde partir para revertir estos hechos cotidianos que involucran en mayor o menor medida a todos los implicados en la tarea educativa?, ¿Qué estrategias de resolución de conflictos se pueden generar para crear soluciones a esta problemática?

     Es de entender, que la mejora en las relaciones entre los estudiantes y docentes, pueden conllevar a una reducción significativa de la conflictividad, un aumento del éxito escolar y en definitiva, una mejora de la calidad de vida de todas las personas que conviven en el centro educativo. En este sentido, el docente como figura de liderazgo debe comenzar a intervenir para atenuar estas manifestaciones en beneficio del proceso de aprendizaje con los educandos y a la vez promover la gestión de conductas de paz entre los estudiantes.

     No obstante, el problema de la violencia escolar, suele tomar formas y dimensiones inesperadas donde el docente requiere de nuevas o distintas herramientas para enfrentar la situación de forma oportuna.

     En este sentido, promover la figura del docente como gerente educativo con perfil de líder mediador para la resolución de conflictos orientadas al restablecimiento del diálogo social, puede ser un medio que propicie relaciones de convivencia pacífica, inscrita en la participación y el protagonismo corresponsable de los actores sociales,  transformando el ejercicio docente en una tarea que considera al ser humano como un ser social, generador de una sana convivencia.

     Me gustaría escuchar propuestas y experiencias desde su sitio de trabajo y de compartir algún material escrito a través del correo electrónico: joseherrera3050@gmail.com . Estoy trabajando en una tesis de grado.

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Respuestas

  • Comparto con Ud. esta nueva función que debe cumplir un docente de primaria o educación básica, como se llama en Chile.

    Es un fenómeno social, que tiene una serie de razones, la mayoria de los casos de estudiantes agresivos, provienen de hogares donde se vive este clima en forma diaria, por lo que se manifiesta en él, como algo normal y que lo tiene muy desarrollado. Por lo que se ha visto la necesidad de conformar equipos multidisciplinarios en escuelas donde se reconoce la problemática, con presencia de trabajador social, psicólogo, sociólogo para ayudar a estos estudiantes con bajo rendimiento académico y poca socialización. En algunos casos ha resultado efectivo, sin embargo, es un trabajo arduo de mucha paciencia y perseverancia en el acompañamiento al estudiante, generalmente de 6° a 8° grado, es decir de los 11 a 14 años.

    Hoy en día, un o una docente debe ser un líder en muchos ámbitos y entregar mucho afecto, conocer el medio de donde vienen sus estudiantes, en lo posible conocer su lugar de origen, casa, familia, amigos.

    Nos esperan grandes cambios, hay que estar a la altura de ellos.

    Saludos cordiales desde Chile.

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