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Comentarios
Azucena, revisa, Google con la dirección tarea literaria binacional, aparece, la constancia, los poemas y un breve prefacio.
Saludos
TAREA LITERARIA BINACIONAL MÉXICO CHILE AZUCENA ...
Azucena, envia todos tus tareas literarias, las acopiamos junto a las mias, las publico, luego te envío una carta-reconocimiento por tu buena voluntad y creatividad.
Un abrazo
Dr. Laurence
Azucena envíame todos tus poemas, para revisarlos y hacer el acopio con los mios. Los publicamos.
EL ESTADO DEL ARTE DE LA CIENCIA (tercera parte)
parte de una organicidad y una organización que va mutando con el mito del tiempo. Si existe el envejecimiento, también existe un patrón de medida arbitraria, como es el tiempo. En el mundo inteligente, sólo el ser humano está consciente que tiene que morir, en cambio el animal también muere, pero en cambio nunca sabe que tiene que morir. Desconocemos si un vegetal tiene la autopercepción de su propia vida, o si un mineral se puede hacer cargo de la mutación molecular. Creemos que somos conscientes de la evolución, pero nos confundimos al mantener el espíritu pueril dentro de un organismo viejo y desgarrado. La única alternativa visceral para no acabar la especie es el ejercicio de la co-creación. Sin embargo si este ejercicio va acompañado de reparados existenciales como el morbo letal del exterminio sistemático, es complejo pensar en el futuro incierto que nadie ha vislumbrado.
La confusión completa se yergue desde la perspectiva del concepto temporal del espacio y de nuestro propio espacio intermolecular. Vivimos en tiempo pretérito, existo en el presente dinámico que es un pretérito constante porque siempre se nos escaparán las acciones, conductas y comportamientos de las manos y del propio pensamiento que tampoco sabemos si es tal o sólo es la conjugación de impulsos químicos.
Estamos frente a una realidad figurada por conceptos e imágenes totalmente arbitrarias: tiempo, espacio, ciencia, arte, moléculas, células, pensar que pensamos, pensamos que existimos, cuando desconocemos siquiera que estamos y tampoco sabemos dónde estamos geolocalizados. Los instrumentos ideados por la ciencia de los humanos responden a arquetipos formalizados en una perspectiva mínimamente comprensible. No son capaces de alcanzar alguna vicisitud, o siquiera el cambio de giro de las destrezas mentales.
En la humanidad se funden bondades y latrocinio que acaba con la dignidad de vivir en un estado cultural cotidiano. El beneficiar y darse al otro teniendo como ecuación la política, la ciencia, la economía, la filosofía, la amada educación social, constituye un desafío más allá de toda frontera dimensional. Hoy la ciencia informática trae el efecto colateral de una patología de la incomunicación esencial, pero sin embargo queda la sensación de estar unido a millones de seres con inquietudes viscerales, inmanentes, transversales. La industria en serie ha invadido las pretensiones puras de la formación universal, siendo que obtenemos un cúmulo de contenidos y de regalo un city car, para aumentar la contaminación ambiental.
EL ESTADO DEL ARTE DE LA CIENCIA (segunda parte)
el tifón, la turbulencia del huracán, etc. permanece intacto, virgen a la sustracción energética del hombre y de la ciencia. Qué costaría ecuacionar una mínima parte de la fuerza de gravedad terrestre para impulsar grandes naves espaciales tras-siderales. Como conocemos los “túneles de gusano” y sin embargo no somos capaces de transpórtanos en años luz a otras dimensiones y galaxias…
El estado del arte de la ciencia en el plano de la percepción y el autocuidado del cuerpo humano. La perfección que denotan los seres vivos y por extensión el propio ser humano Planetario, se dimensiona en el desconocimiento de la capacidad de la auto cura, la autogeneración y el desarrollo de mecanismos tales que permitan regular, nivelar, controlar, evaluar, proyectar, cada sistema, cada célula, cada órgano que compone a un ser vivo. Esto puede significar que “mañana”, con la ayuda de la misma ciencia, estaremos en un plano de la pura y total gracias del sellado vital, que nos permita prescindir de máquinas, accesorios, preservantes, colorantes, remedios, en general, ausentar de toda y cualquiera pieza, motor, que contamine y/o coarte el natural y equilibrado crecimiento sin fin de las especies vivas, incluyendo al ser humano planetario.
Los desencantos provocados pueden acumularse dando origen a cierta desconfianza...también es posible hacer un barrido iónico para limpiar cualquiera duda, cualquier sesgo de perversidad y mirar la propia existencia como el vaivén de la cuna mecida por la mano de una madre. Vemos en el otro lo que deseamos mirar y cuando hay cúmulos de sentimientos puros, la imagen que se nos proyecta hacia el inconsciente, es casi perfecta en su figura, fondo y forma. No interesa el embate de la fuerza de gravedad en nuestros cuerpos físicos, son detalles los surcos dérmicos y la decoloración capilar, por el contrario son medallas de experiencia y mientras más vivimos tenemos la oportunidad de cometer errores y en un esfuerzo de no caer ni en minimalismos antropológicos, ni en un chovinismo ortodoxo, nos arrimamos a la esfinge de la perfectibilidad existencial.
El estado del arte de la ciencia misma, es la capacidad hecha razón, es la creatividad neuronal hecha exploración sideral. No importa si la existencia es visible, orgánica-empírica, o extradimensional, invisible a los sentidos. El estado del arte de la ciencia es la causalidad de las cosas por ver, es la especulación pura del arquetipo antropológico, es el fenotipo de la sexta neurona. Es cuando no es visible y no es cuando es probable de existir. A la carencia de sustentabilidad científica, inventamos personajes de ficción que suplen espacios mentales de afectos y sentimientos. Se inventan ciencias auxiliares que no es más que refuerzo y castigo, basándose en el principio del refuerzo positivo la instrucción reglada y programada de los actuales sistemas educativos es uno de ellos. La guerra y el exterminio es la personificación preclara del castigo gratuito e incontrolado que nadie se merece. El esfuerzo de la ecuación humana planetaria se funde prolijamente en el crisol de las posibilidades que no siempre responden a la razón. Cautelemos el equilibrio cósmico del sistema para no lamentar el desajuste gradual del eje atómico de las células.
El estado del arte de la ciencia se recompone desde la mirada pretérita que no vuelve pero que sin embargo es concluyente en la base de cifras y datos que permanecen. El ser vivo, tiene un principio y una génesis y la diversidad de seres vivientes forman
EL ESTADO DEL ARTE DE LA CIENCIA (primera parte)
Qué es Ciencia, sino la expresión misma de la capacidad para sondear mundos imaginables e inimaginables. El "vellocino de oro" se convierte en realidad pura y bondadosa al traer a colación una cumbre de guarismos propios de la "Piedra de Roseta". Ni las Pirámides del mundo (México, Egipto, Guatemala, Perú, etc.), fueron construidas de casualidad. Hubo un pensamiento científico que permitió realizar tal proeza. Aquellos mundos subacuáticos de la Atlántida, existieron gracias al pensamiento preconcebido de otras generaciones ignotas, sabias, quién sabe utópicas. La ciencia nace a la par de la propia ameba y su génesis simbiótica es la misma metempsicosis del alma de los que serían y son los habitantes del planeta Tierra.
Sin duda alguna que la flor a la que se le niega el Rocio vivificante se marchita. Error del jardinero; empero existen sentimientos que, poco a poco se van profundizando y hablan por sí solos: bondad, ternura, comprensión, empatía.. que en un largo y prolongado etcétera van construyendo vidas. Vidas solas, vidas compartidas en breves tiempos de dulzura y complemento. Siempre la "otra persona" es distinta y sueña cosas diferentes".
La Ciencia en sí es más que un concepto lingüístico, es más que sustantivo: es verbo sabio que se hace acción a partir de la elucubración racional de los seres pensantes. No sabemos qué universo encierra a los seres que piensan. Es dable existir sin pensar y pensar sin tener existencia tal y cual la conocemos.
Es dable crear un punto de partida sideral que de principio a una era y como tal, dicha era comienza y acaba, desconociendo sus resultados. Entonces el concepto ciencia es o puede ser inherente a la capacidad inscrita, a una creatividad empírica, a la sugestión que ejerce la “Piedra Filosofal” que convierte plomo en oro.
A veces la timidez es confundida con el orgullo, a veces el silencio se trastoca con la incomunicación. Y no es así. Lo que uno ve y percibe del otro no es la imagen fidedigna de lo existencial y necesario. Juega en contra la dejación estival y el acompañamiento circunstancial para mostrar un olvido gregario o una negación de continuidad...eso duele..si duele y uno no se da cuenta ni se percata de ese dolor que muchas veces puede ser profundo e irreversible. En realidad la naturaleza humana supera los desafíos del desierto y la soledad despreocupada por el otro revive cuando se hace paréntesis el olvido no porque haya desaparecido algunos sentimientos, sino por el contrario, la afinidad de sintonía es tan grande que somos capaces como creaturas co-creadas del cosmos, regresar a los primeros días de nuestra pubertad.
Ser vivo, ser pensante? Ser pensante en la ciencia? Ciencia como “primus interpares” de una necesidad siempre latente, de la creación de umbrales más allá y más acá de las posibilidades humanas conocidas. Ser científico y la ciencia en la propia actitud exploratoria del humano.
Ciencia inmersa en todas las áreas del quehacer planetario. El estado del Arte de la Ciencia a la luz tenue de una vela. O condenada a sufrir la radiación iónica de los rayos gamma. La ciencia nos habla pero no la escuchamos del todo. Los sentidos permiten ver, mirar y verificar las fuerzas inconmensurable de la naturaleza; no obstante aquella energía del rayo eléctrico, la tromba marina, el movimiento telúrico grado 9, la fuerza
Azucena, cuál es su actividad profesional y en qué país.
Fraternalmente,
Dr. Laurence